En los
últimos meses hemos conocido varios errores cometidos en fachadas de edificios.
El último ha tenido lugar en un rascacielos de Londres capaz de reflejar la luz
y derretir hasta un vehículo.
El
arquitecto confesó que no se utilizaron en su diseño todas las herramientas
necesarias y que solamente estimaron que la temperatura sería de 32 grados,
siendo finalmente en algunos puntos de 72.
In recent months we
have known several mistakes made in building facades. The last one has
taken place in a London skyscraper able to reflect the light and melt even a
vehicle.
The architect confessed they didn´t use all the necessary tools in their design and only they just estimated the temperature would be
of 32 degrees, finally being in some points of 72.